Ingeniería genética
Desintegrar el átomo, fabricar computadoras, descodificar nuestro ADN... uno tras otro, los límites se han ido traspasando, con gran coste para nuestra naturaleza humana.
"¿Qué harán los científicos ahora? Si los investigadores del código genético humano logran descubrir cómo reparar los defectos escondidos en nuestro ADN, ¿encontrarán la “fuente de la juventud”? Y si lo hacen, ¿cuánto costaría un vaso?"
Todos hemos sido creados a la imagen de Dios. Si reflejamos esa imagen, cumpliremos el propósito para el que fuimos creados.
La naturaleza moral del hombre, nuestro sentido de lo que está bien o mal, es lo que llamamos la conciencia. Esta juzga qué cosas podrían dañar la imagen de Dios en nosotros, o en los demás. Preserva nuestra humanidad. Cuando obedecemos la voz de la conciencia, conservamos la imagen de Dios con la que nacimos, y por el contrario, cada vez que la desobedecemos, la perdemos más y más.
El hombre tiene un enemigo que trabaja constantemente, tentándole a desobedecer su conciencia para alejarle del propósito para el que fue creado.
Hubo un tiempo, antes de la creación del hombre, cuando Lucifer, el ángel más bello de la creación pensó que podía ascender al lugar del Altísimo y poner su trono por encima del de Dios. Como no lo consiguió, no ha dejado de intentarlo. La manera en que lo está haciendo ahora es tratando de manipular o modificar la imagen de Dios en el hombre. Si consigue transformar al hombre de tal manera que deje de representar la imagen de Dios y su gloria, habrá triunfado. De este modo el hombre reflejará el carácter de Satanás (orgullo, egoísmo, avaricia, rebeldía... ) por toda la eternidad, extendiendo su poder destructivo por todo el universo. En otras palabras, la manera en la que Satanás suplantaría a Dios sería reemplazando la imagen de Dios en el hombre por la suya misma. ¿Cómo consigue esto? Cada vez que el hombre va en contra de su conciencia, y no se arrepiente, sino que continúa una y otra vez, se va degradando más y más, perdiendo la gloria de Dios que hay en él.
A través de la historia, Satanás, en su elaborado plan, ha utilizado diferentes estratagemas para llevar a cabo su propósito. En las últimas décadas, con la ayuda de poderosas herramientas (televisión, informática, medios de comunicación...), el enemigo de Dios ha conseguido crear un ambiente perfecto para que el hombre caiga fácilmente en cualquier tentación, saltándose así todas las barreras de su conciencia (su única protección) y perdiendo finalmente su naturaleza humana, que le asemeja a Dios y adoptando la del mismo Satanás.
Conseguido esto, el siguiente paso en su plan es perpetuar al hombre en este estado. Para ello dispone de un arma muy poderosa: la ingeniería genética. Tener el mapa completo del código genético es el objetivo del Proyecto Genoma Humano. Esto le permitiría, no solo controlar cada aspecto de la vida humana "fabricando" por clonación hombres a su capricho, sino que, manipulando el código genético, Satanás intentaría reparar el daño que el pecado ha causado en los genes. Si encontrara la causa de por qué el hombre envejece y muere (lo cuál es la ambición de muchos científicos) nada le impediría prolongar la vida humana eternamente. Entonces resultaría ser cierto lo que Satanás le dijo a Eva cuando la tentó en el Edén: que al comer la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal, llegaría a obtener el conocimiento que les permitiría vivir para siempre.
Aunque la desobediencia trajo al mundo el pecado y la muerte, causando un daño en los genes del hombre, si este consigue corregir estas piezas genéticamente deterioradas, conquistaría la muerte a través de sus propios esfuerzos. Y entonces, no necesitaría obedecer su conciencia para vivir eternamente. Satanás, habría suplantado definitivamente la imagen de Dios en el hombre, manipulando y falseando lo que Dios ha creado, puesto que él no puede crear nada, solo modificar. Y entonces, algo peor que morir le sucedería al hombre: vivir eternamente degradado, egoísta..., separado de su Creador.
Es una carrera contra el tiempo. ¿Cuál será la imagen que va a prevalecer en el ser humano, la de Dios, o la de Satanás? O... ¿vencerá el plan de Dios para restaurar al hombre y finalmente a toda la creación?¿Será capaz Satanás de alterar genéticamente al hombre hasta el punto de que la imagen de Dios sea irreconocible en él para siempre?
Nuestro Maestro Yahshúa, el Mesías, nació de una semilla que fue preservada pura; no tenía la huella del pecado en su código genético. A través de una vida de sumisión y obediencia a Dios, obtuvo la redención y la salvación para todos los hombres. Tiene el poder de corregir todas las mutaciones que hay en nuestros genes y devolvernos el perfecto código con el que Dios diseñó al hombre.
Corregirá primero las mutaciones de nuestra alma, que son las que determinan el modo en que nos tratamos unos a otros, porque Él tiene poder para salvarnos de nuestros pecados y transformarnos a su propia imagen.
Las Doce Tribus restauradas, viviendo una vida de amor y completa unidad, serán la prueba de ello.
Esta demostración alcanzará todos los rincones de la Tierra, y todo el mundo tendrá la oportunidad de escoger qué imagen quiere reflejar. Entonces un justo juicio vendrá de parte de Dios, y la Tierra será salva de las manos de aquellos que la destruyen, especialmente de aquellos que destruyen la imagen de Dios en los demás.
Y tú... ¿Qué imagen quieres reflejar?
... y mientras tanto:
Se alzan protestas en contra de la ingeniería genética. Dicen que los resultados de la manipulación genética son impredecibles, y exigen leyes y controles más estrictos. Miles de personas han sido envenenadas por ingerir alimentos modificados que habían sido comercializados como inofensivos para la salud e incluso algunos han muerto.
¿Puede el hombre hacer del mundo un lugar seguro para vivir mientras desmonta sus estructuras fundamentales y las vuelve a unir a su capricho? ¿Conseguirán los gobiernos controlar los efectos de la ingeniería genética?
El mundo corre a toda velocidad hacia el Imperio de la bestia del que habla Ap. 13:1-4 y no se puede hacer nada para detenerlo:
El dragón se paró sobre la arena del mar. Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas; en sus cuernos había diez diademas, y en sus cabezas había nombres blasfemos. La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un oso y su boca como la boca de un león. Y el dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad.
Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y la tierra entera se maravilló y seguía tras la bestia; y adoraron al dragón, porque había dado autoridad a la bestia; y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede luchar contra ella?
¿Avanzará la ingeniería genética tanto, bajo el poder de este gobierno, como para llegar a controlar la vida y la muerte? ¿Podrá el hombre, finalmente, darle a su cuerpo el poder ilimitado de sanarse a sí mismo, sin importar la magnitud de su herida? ¿Será la manipulación genética la causante de algunas de las plagas que devastarán la Tierra al final de los tiempos?
Y del humo salieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.[...] No se les permitió matar a nadie, sino atormentarlos por cinco meses; y su tormento era como el tormento de un escorpión cuando pica al hombre. En aquellos días los hombres buscarán la muerte y no la hallarán; y ansiarán morir, y la muerte huirá de ellos. Y el aspecto de las langostas era semejante al de caballos dispuestos para la batalla, y sobre sus cabezas tenían como coronas que parecían de oro, y sus caras eran como rostros humanos. Tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de leones... (Ap. 9: 3,5-8)
¿Serán las langostas con aguijones de escorpión un experimento genético fallido? ¿Por qué los hombres no podrán morir aunque lo deseen? ¿Estás preparado para ir hacia donde el mundo se dirige? ¿Te das cuenta de que el hombre necesita a alguien que lo salve de sí mismo?