Quedate en tu casa

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"Querida mamá, me estoy volviendo loco. Los niños están fuera de control. Mi esposa y yo nos la pasamos peleando. El perro se queja y me mira con esos ojos tristes y ansiosos. Cuando me escapo para sacarlo a pasear, la gente me mira con odio desde sus ventanas, pero la policía aún no me ha detenido. Las colas en el supermercado son larguísimas, espaciadas obligatoriamente cada dos metros; se extienden por la puerta y bajan por la acera, y cuando finalmente logro entrar, no puedo encontrar ni la mitad de las cosas que necesito. La gente lo acapara todo. No parecen pensar en que hacer eso significa que otras personas no podrán tener acceso a lo que necesitan. La gente tiene miedo ... miedo a morir. Estoy cansado de escuchar las noticias. Todo es negativo. Me alegro de no ser el presidente. Lo atacan por todos lados. No hay respeto en estos días. ¿Hacia dónde se dirigirá el mundo? ¿Habrá algo que importe? ¿Importará mi vida? De alargarse mucho más esta crisis, perderé todo lo que he constriudo trabajando tan duro ... "

Como el antiguo patriota estadounidense Thomas Paine escribió hace muchos años, "Estos son tiempos que prueban las almas de los hombres".11 Es normal que uno espere que su vida en esta tierra tenga un efecto consecuente, y la sensación de inutilidad que acecha a muchos es abrumante en estos últimos días. En muchas formas, parece que la tierra misma está al borde del desastre, y somos incapaces de detenerla.

En momentos como este, podemos vislumbrar en el reino espiritual, las fuerzas invisibles que operan para enfrentar al hombre contra el hombre, tomando ventaja de nuestros miedos y persuadiéndonos a apoderarnos de lo que podamos antes de que no quede nada. Es por eso que hay tantos conflictos mientras las orden a "quedarse en casa" tiene vigencia. La nobleza parece casi perdida, esa cualidad que es inherente a nuestra propia naturaleza como criaturas hechas a imagen de Dios. En momentos como estos, el gobernante malvado de este mundo comienza a ser desenmascarado ante nuestros ojos.
Sí, a pesar de toda la propaganda y la ingeniería social destinadas a borrar de nuestra conciencia el conocimiento de su existencia, Satanás se encuentra sano y salvo. Lo puedes ver en el acaparamiento egoísta y sin sentido, como si tener una despensa llena de papel higiénico salvara a las personas de la plaga que tanto temen. Mantiene a la humanidad bajo su control de muchas maneras obvias y frustrantes, y pocos son los que logran permanecer firmes contra las sutiles y profundamente arraigadas hostilidades que los mantienen peleando entre sí.

Tal vez seas uno de los que anhelan liberarse de este ciclo de egoísmo, y que tu vida pueda tener un efecto consecuente para la destrucción de las fortalezas de Satanás, su influencia invisible, oculta detrás de los reinos de este mundo. Si es así, queremos contarte una historia que revelará el misterio del plan de Dios para derrocar el gobierno del Maligno.

 

1Thomas Paine, The American Crisis/La Crisis Americana, Philadelphia, Diciembre 1776.