Los acontecimientos de la Boda

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Introducción

Nuestras bodas son una representación de eventos que acontecerán en un futuro cercano. El novio y la novia son los actores principales tomando el papel del Mesías y su Pueblo. Durante el transcurso de la boda, la pareja forman la alianza más solemne que existe entre un hombre y una mujer, esto prefigura la unión entre el Mesías y su Iglesia en una alianza eterna.

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. Así también deben amar los maridos a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia porque somos miembros de su cuerpo. Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. (Efesios 5:25 a 32)

El apóstol Pablo resaltaba el paralelismo entre la alianza entre el hombre y la mujer y la alianza entre el Mesías y la Iglesia en estos  versículos. En ellos se compara al amor de un hombre por su mujer con el amor del Mesías por su iglesia, por quién se entregó para prepararla para ser su ayuda idónea. El se refería a la alianza de matrimonio como conteniendo un misterio.

Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
Y el Señor Dios formó de la tierra todo animal del campo y toda ave del cielo, y las trajo al hombre para ver cómo los llamaría; y como el hombre llamó a cada ser viviente, ése fue su nombre. Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, mas para Adán no se encontró una ayuda que fuera idónea para él. Entonces el Señor Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar. Y de la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre. Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada. Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. (Génesis 2:18-24)

En repetidas ocasiones, Yahshua el Mesías se refería a si mismo como al Novio y a su Pueblo como a la Novia.

"Y vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios," (Apocalipsis 21:9-10)

Nuestras bodas se desarrollan como una representación de los acontecimientos finales de la historia de la humanidad en los que el Mesías viene al encuentro de su Novia. Nuestro fin es poder revelar este misterio, algo creado por Dios y no por el hombre, que refleja la gloria del Creador: la Unidad entre el hombre y la mujer, El Mesías y su Pueblo, la mas perfecta expresión del amor. Cuando la Novia esté preparada, el Mesías podrá finalmente reinar sobre la Tierra en un Reino de Paz.

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