Cierre de Emergencia

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Antes de los eventos de marzo de 2020 en relación al brote de COVID-19, estar encerrado para mí tenía que ver con estar en prisión. Nunca imaginé que algún día estas medidas serían aplicadas a todos nosotros.

Vivo en Vermont con mi esposa y mis tres hijos, y justo antes del brote de COVID-19 pudimos realizar un esperado viaje, para visitar a mis padres en Colorado. Volamos de la ciudad de Nueva York a Denver y teníamos boletos para regresar, a mediados de marzo. Mientras estábamos en Colorado, ¡escuchamos que había una orden para "quedarse en casa" en el condado de Boulder! ¡Tuvimos que cancelar los boletos para regresar a casa!

¿Por qué no pudimos volver a casa? ¡Somos buenas personas! ¿Por qué tenemos que quedarnos encerrados? Muchos pensamientos me inundaban. “Deberíamos irnos a casa de todos modos. ¿Qué le pasa al gobierno? Solo es una gripe, ¿Será tan grave el problema? No es justo mantener a la gente así, encerrada de esta forma". Tal vez puedas identificarte con lo que digo, aunque no estuvieras encerrado como yo.

Afortunadamente, no estoy tan encerrado como otros en esta situación. Nuestra familia es parte de las Comunidades de las Doce Tribus, donde educamos a nuestros hijos en casa y trabajamos juntos para apoyar esta vida en común. No solo estamos en Vermont, sino que tenemos docenas de comunidades en todo el mundo. Estamos en la misma lucha como todos ustedes, y nuestro Padre en el cielo nos ha brindado muchos lugares de refugio en los que resistir estas tormentas de estos últimos días.

También estamos aprendiendo sobre el egoísmo que nos haría considerar solo nuestras propias necesidades, en lugar de proteger las de aquellos que son más vulnerables entre nosotros. Estamos agradecidos de vivir en una cultura donde no nos superan las incertidumbres y preocupaciones de la vida, ya que sabemos que nuestro Padre proveerá lo que necesitemos. Vienen tiempos difíciles, y ninguno de nosotros está exento del sufrimiento, ¡pero tenemos un Salvador que nos redime!

Si pudiera decir algo a aquellos que están solos y muy preocupados por los tiempos en que vivimos, sería que cuando pase la tormenta, ¡vengan a visitarnos! Podemos compartir más contigo del porqué vivimos de esta manera y lo que estamos aprendiendo sobre nuestro propósito en la vida. Hay un propósito para tu vida, y para estos tiempos en los que vivimos. ¡Nos encantaría conocerte, escuchar tu historia y compartir la nuestra contigo!

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